ERICH FROMM EN MÉXICO*
Tamara Gleason Freidberg
Facultad de Filosofía y Letras, UNAM
El gran pensador
y psicoanalista alemán
Erich Fromm (1900-1980) llegó a México
en 1949 de manera
fortuita, buscando aliviar
en aguas termales los dolores de la artritis
reumatoide de su esposa. Fue
así como el renombrado escritor de El miedo a la libertad
y El arte de amar descubrió las inmensas
posibilidades para seguirse desarrollando en México, así como para difundir sus propuestas y
formar profesionales..
El
psicoanálisis es una teoría que busca comprender
de manera dinámica al ser huma- no a partir del inconsciente. En los primeros años del siglo xx, Freud comenzó
esta teoría basándose en el
conocimiento y la interpretación de los sueños, iniciando su aplicación al tratamiento de los pacientes histéricos que presentaban síntomas de ceguera o parálisis de brazos y
piernas. Esa parálisis era el foco de atención para ocultar
sus impulsos reales. Detrás de la
sintomatología Freud descubrió
una lucha de motivaciones y emociones no aceptables moral, social y racionalmente. La elaboración y aceptación de estas emociones
y motivaciones constituyó el proceso terapéutico. El psicoanálisis revolucionó la forma de entender
al ser humano.
Posteriormente varios pensadores en diferentes latitudes
contribuyeron al enriquecimiento de la teoría psicoanalítica original desde
diferentes y controvertidas perspectivas. A partir de las corrientes
ideo- lógicas surgidas en el movimiento conocido como la Escuela
de Fráncfort, que dio entrada a la discusión de las condiciones históricas y sociales
en las que se construye la
crítica de esas condiciones, algunos psicoanalistas desarrollaron la teoría tomando en conside- ración las concepciones marxistas.
Fromm, en particular, consideró que el
inconsciente también está determinado por las condicio- nes materiales de existencia y no sólo por las tendencias instintivas. Y, mientras estuvo en México, propició el desarrollo humanista en la Facultad de Medicina de la Universidad Na- cional Autónoma de México,
formó un grupo de psicoanalistas y realizó una investigación
psicosocial de los campesinos.
Al enterarse de
que Erich Fromm se hallaba en México,
un grupo de psiquiatras universitarios encabezados por los doctores Raúl González Enríquez y José Zozaya,
hicieron contacto con él y lograron que diera una con- ferencia. Para 1950,
Fromm ya había decidido permanecer en México y establecido un pro-
grama de entrenamiento para psicoanalistas en
la división de graduados de la Facultad
de Medicina de la unam, de la cual fue nombrado profesor emérito. Esta presencia
dio pie a un
proyecto de humanización de la enseñanza médica,
introduciendo en los primeros años de estudios la cátedra de
Psicología Médica para que los futuros profesionistas estuvieran equipados con el
conocimiento emocional del paciente
y de cómo la relación médico-pa- ciente
afecta la evolución del tratamiento.
La cátedra se introdujo en
los periodos en los que el doctor Raúl Fournier era director de la Facultad.
Fromm se encargaba de entrenar, dirigir y supervisar las primeras clases, y era apoyado por Daisetz Teitam Suzuki, así como por invitados del extranjero como Rose Spiegel, Clara Thomson, Nathan Ackerman y Michael Balint. Además, participaron intelectuales de otras disciplinas como el antropólogo Ángel Palerm, el filósofo Ramón Xirau y el neurocientífico Raúl Hernández Peón porque la propuesta era interdisciplinaria. Considerado el iniciador del freudo-marxismo, en las clases se enseñaba freudismo y marxismo.
Ahora bien, el grupo de médicos que lo buscó en 1949 había organizado desde 1937 un seminario sobre Freud y les interesaban las aplicaciones del psicoanálisis a la comprensión de fenómenos socioculturales de nuestro país. Se puede decir por tanto que Fromm llegó a un país en donde los intelectuales se acercaban a los planteamientos de unir las propuestas psicoanalíticas con las sociales.
Llegó también en el momento de forma- ción de las grandes instituciones nacionales de la medicina (el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado y el Instituto Mexicano del Seguro Social), las cuales representaban una esperanza de cambio en el país para muchos de estos intelectuales. Fromm no se quedó atrás en cuanto a la institucionalización. Para 1956, junto con sus alumnos, fundó la Sociedad Mexicana de Psicoanálisis (SMP). Por otra parte, como desde 1947 un grupo considerable de mexicanos habían estudiado psicoanálisis tanto en Argentina como en Europa, y su formación era totalmente diferente, esto tuvo como consecuencia que nunca pudieran for- mar juntos una asociación.
Respecto a la investigación realizada por Fromm, tuvo lugar en el pueblo ejidal de Chiconcoac, estado de Morelos, en 1957. Estaba muy interesado en poner a prueba su teoría en el contexto social mexicano y ampliar- la junto con médicos de aquí. En efecto, sus alumnos contribuyeron en el aporte teórico y práctico. Participaron individuos de otras profesiones como los antropólogos Lola y Thedore Scharwtz.
El método-técnica que el equipo utilizó fue principalmente el llamado cuestionario interpretativo, esto es, una entrevista de carácter social. Concebida esta por Fromm, trata de ver la psicología de las personas tomando en cuenta de manera fundamental el sistema económico y social que las rodea. Una vez detectados algunos rasgos de carácter predo- minantes receptivos en la población, así como la alta incidencia de alcoholismo reinante, se organizaron junto con la comunidad talle- res de recreación, tales como la proyección y análisis de películas que ponían de manifiesto los problemas emocionales y sociales, y promovieron la realización de deportes organizados con intenciones profilácticas. También se impulsó la creación de una cooperativa de producción avícola y ganadera para los jóvenes, analizando con uno de los colegas expertos los rasgos de carácter que obstaculizaban el desarrollo de la sociedad.
Tomó a la investigación más de una década de trabajo y sus resultados aparecieron en el libro escrito por Erich Fromm y Michael Maccoby (psicólogo), primero en inglés en 1970 y tres años después en español, con el nombre de Sociopsicoanálisis del campesino mexicano: estudio de la economía y la psicología de una comunidad rural**, que el Fondo de Cultura Económica publicó en México.
Conforme cambian las tradiciones cultura- les y se determina un estatus según los valores del mundo moderno, [los campesinos] son incapaces de defenderse de los nuevos empre- sarios, y es probable que se sientan inferiores porque no ganan más dinero […] las aldeas están comenzando a sentir las nuevas exigen- cias de adaptación que tendrán un efecto cada vez mayor en la nueva generación.
Veamos algunas de las conclusiones de la obra que nos ilustran sobre el carácter de los campesinos estudiados y acaso de muchos campesinos mexicanos: La desconfianza, el pesimismo y la malicia constituyen un as- pecto de la vida campesina […] Aún más, a pesar de la sumisión del campesino, llaman la atención su dignidad y su autoconocimiento. El campesino sabe quién es y se hace pocas ilusiones acerca de sí mismo.
El ser ejidatario en el pueblo significa pertenecer a una clase social privilegiada. Y más importante todavía, significa trabajar su propia tierra y estar por encima de la simple subsis- tencia, no depender de otros para trabajar, no tener que aceptar los trabajos más bajos para mantenerse con vida.
F u n d a d o r
Durante su estadía en Cuernavaca, a donde Erich Fromm se trasladó para el trabajo, se mantuvo en diálogo permanente con grandes pensadores sociales que vinieron a México tales como Paulo Freire, Iván Ilich y el maestro zen budista Daisetz Teitaro Suzuki. El resultado del intercambio de conocimiento entre Suzu- ki y Fromm fue volcado en el libro Budismo Zen y psicoanálisis (1964).
Además, Fromm apoyó la fundación de un hogar para niños huérfanos de madre en una antigua plantación de caña situada en Miacatlán, Morelos, que encabezó el padre William Wasson, quien adoptaba legalmente a los niños siempre que no se separara a los hermanos. La institución se llamó Nuestros pequeños hermanos y en la actualidad existe también en varios países de Centroamérica y América del Sur.
Con el desarrollo de un espíritu de institu- cionalización en todo el mundo, la Sociedad Psicoanalítica Mexicana fundó en 1962, junto con otras cuatro asociaciones internacionales, la ifs (Internacional Federation of Psychoa- nalytic Societies). La intención era establecer una federación de sociedades psicoanalíticas, independientemente de sus creencias. Fromm tuvo un papel fundamental en la formación de este organismo, que pretendía propiciar el intercambio entre profesionales de diferentes latitudes y orientaciones y, sobre todo, servir como alternativa a la Asociación Psicoanalítica Internacional (IPA), de carácter ortodoxo y con una línea rígida y jerárquica, a la que criticaba. Vale señalar aquí que la Sociedad Psicoa- nalítica Mexicana fundó la Revista de Psi- coanálisis, Psiquiatría y Psicología, editada por primera vez en septiembre de 1965 por el Fondo de Cultura Económica, siendo su director Fromm y el editor Ramón de la Fuen- te. Publicada cada cuatro meses, surgió por la necesidad de difusión tanto de la Sociedad Psicoanalítica Mexicana como del Instituto Mexicano de Psicoanálisis, también fundado por Fromm en 1963. El Instituto tenía el ob- jetivo principal que a la fecha continúa de formar psicoanalistas e investigadores en psi- coanálisis humanistas, así como brindar aten- ción a la población en general en su Clínica de Atención Psicoterapéutica.
En cuanto a su revista, si bien sus artículos resultan especializados, también son accesibles para el lector de a pie. Explican paso a paso lo que para Fromm era el psicoanálisis, hablan de las investigaciones realizadas en México, así como de la importante difusión que se le dio desde su aparición en el país.
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* Publicado originalmente em: http://revistabicentenario.com.mx/wp-content/uploads/2016/09/BiC-28-Erich-Fromm-en-M%C3%A9xico.pdf
** Publicado no Brasil com o título: O Caráter Social de uma Aldeia (em várias edições pela editora Zahar).
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